viernes, 4 de febrero de 2011

Seis días en blanco


Abro un ojo, pero no consigo ver nada. Huele raro, es un olor viciado aunque familiar, que no acabo de reconocer. Me duelen todas las partes del cuerpo, intento estirar las piernas, girarme, desperezarme, pero el lugar es estrecho, apenas entraría yo con alguien más. Toco mis bolsillos, vacíos, solo veo mi reloj y apenas siento el tacto de mis manos cuando rozo mi cuerpo.

Intento hacer memoria, mi casa, llaves… voy con prisa, acelerado, buscando la chaqueta, la encuentro, me la pongo, salgo. Huelo de nuevo, este olor tan de casa rústica, de madera, húmedo…

Sigo tratando de comprender algo, salgo a la calle, camino deprisa, abro el coche y arranco. Este olor… ¿Estoy en el coche?, no, no huele a limón y no puedo girarme.

Miro la hora, doce del mediodía del… ¡Han pasado seis días desde mi último recuerdo! .

Suena el móvil, descuelgo.

¡Ah!

No hay comentarios: